jueves, 11 de junio de 2009

Inicios de la lluvia y recuerdos de algunos besos

Hoy, con algo de lluvia entró la nostalgia, en ese recobeco de las horas llegó sin pedir permiso y con ella se hicieron presente las palabras, recordando y llamando a las imágenes olvidadas en la memoria, y que hoy salieran a luz. Tras este rebuscado inicio, empiezo mi recorrido por algunas de las imágenes más representativas del amor, imágenes que me llevaron algún día a un ideal de fotógrafo y de persona, un beso en la calle, una mirada de sorpresiva o simplemente un espectador.

Sin duda alguna la más intensa polémica en la que se ha encontrado la fotografía es la de testimonio de la realidad vs escenas parciales, discusión que incluso llega a las imágenes más representativas del amor, la escena que Robert Doisneau en 1950 captara con su lente de la pareja besándose en plena avenida, ha sido una imagen pre fabricada, una pareja de actores que fuera contratada para besarse en ese lugar, frente a ese café donde se encontraba él, esperando el momento. Por supuesto que ese tipo de información no quita las ganas de besar con esa intensidad, aunque sea "actuada", besos que se quedan en los labios, besos que una vez dados forman parte de esa memoria amorosa, que saldrá a flote con este tipo de íconos.



Parecida es la imagen de Jorgensen de dos desconocidos besándose en Times Square en 1945, en esa foto está atrapado otro beso de post-guerra, otras ansias de labios, que seguro después perdieran la prisa por besar y se abandonaran en el placer de conocerse. Desconozco si esta imagen fuera posada o no, el único dato que tengo es que ellos no son pareja, se cruzaron en ese momento. No podría decir si este tipo de beso "desconocido" es un beso deseable para mi (salvo me cruzara con Angelina Jolie), pues me parece que de los labios deseados salen los mejores besos, esos que no hace falta que toquen tus labios, para sentirlos. "Muero por un beso tuyo", alguna vez dije, y se quedó ese beso en mis labios, se lo llevó el olvido, tuve "que elegir entre el olvido y la memoria". "Que hermosos labios tienes" fue mejor, sin pedir permiso ni perdón. Aunque sin duda alguna el silencio es lo mejor que he podido decir después de perder la respiración tras el contacto con su boca. Aunque después haya tenido que ponerle palabras.


¿Cuántas fotos besando tendré? por ahora recuerdo una, sin pasar a describirla, sólo diré que no se parece a ninguna de estas dos, pero no por eso no es menos intensa. ¿Será que al ser un acto íntimo, ya no es campo de la foto, tan pública, si bien la foto busca eternizar el momento, menciona Bourdieu, no es un beso lo que una familia quisiera eternizar, lo íntimo.

3 comentarios:

  1. La segunda imagen me da la impresión, por el probable contexto histórico (o por lo menos el contexto que me imagino), es más un beso de alegría por la situación de volver a casa, de fin de guerra (o por lo menos, fin de una travesía marítima larga) que por el deseo del ser amado.

    Quien sabe, los motivos que están detrás de los besos son muy diversos y muy íntimos... gracias por la reflexión.

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  2. La segunda me hizo pensar en un beso polémico en The Watchmen.

    Como sea, lo íntimo no está peleado con lo público.

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  3. Curiosamente es muy difícil que tengamos fotos de lo íntimo, y por lo general no las ponemos en la sala de nuestra casa. Quizás lo más público de lo íntimo que podría tener es la foto de desnudo de mi mujer embarazada. Ahora la reflexión sobre lo íntimo es interesante, si entendemos que lo íntimo es lo que no se hace en espacios públicos, entonces las fotos de la familia en casa también forman parte de la intimidad, pero me gusta pensar que lo íntimo es algo que compartes con muy pocos, e incluso es algo misterioso, casi secreto.

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