domingo, 28 de junio de 2009

Perros!!

Ahora que he adoptado un perro nuevo en casa, en realidad uno que no pensé que pudiera tener, pues no me gustan los perros pequeños, un fox terrier, que en realidad la raza es Jack Russel Terrier, estoy encantado con él. Es la buena onda! según los libros de razas de perros, sus cualidades son las de un cazador, casi como las de un labrador pero en pequeño y en lugar de patos y otros animales tipo zorrillos y tlacuaches, este perro andas tras los ratones y las víboras, que debo decir, abundan por mi casa, por lo que será de gran ayuda. Además está hermoso. Todavía no he tomado muchas fotografías, les comparto unas que tomé el día que fui por él.





Me viene a la mente el proyecto fotográfico de William Wegman un americano que involucraba a su perro, Man Ray, un weimaraner que pudiera decir se hizo casi humano después de este trabajo. Wegman tuvo otros perros weimaraner, una vez que murió Man Ray. Todo aquel que recuerda la muerte de su perro, sabe que es horrible que te pase, pero también es irremediable. La propuesta fotográfica de este artista me gusta, aunque debo admitir que por momentos sí me da escalofríos pensar en lo humano de este animal, aunque con mis perros, especialmente mi Luna, sé que así son, tan humanos como nosotros tan animales.










sábado, 20 de junio de 2009

Historia de un autoretrato. Felicidades padre mío!

Con esto del día del padre, me vienen dos imágenes fuertes, que llevó grabadas más allá de la memoria, una foto de mi padre, y una foto de Meyer, en realidad una exposíción de su serie "Herejías", que estuvo en el Museo de Arte de Zapopan en diciembre. Les platico de la historia de un autoretrato y mis pensamientos al respecto.

La última foto que mi padre se tomó fue un auto retrato, lo guardo en mi memoria como si fuera la mejor de las fotos, ganadora de alguna bienal, reveladora de alguna verdad. Cabe decir que mi padre me introdujo en el arte fotográfico, era algo así como fotómano (orale!) le encantaba eso de la fotografía con toda su parafernalia, además de hacerse de varias cámaras, las cargaba todo el día, todos los días, era un buen aficionado a la foto, tomaba muchas fotos,a todos. Eran famosas sus noches de proyección entre sus amigos, proyectar diapositivas de viajes y de situaciones cotidianas. Leía mucho sobre ella también.

Regreso a la historia de un autoretrato... en el momento en que terminó la parte adminstrativa de la muerte de mi padre, y ya con calma en casa, pase a revisar su cámara, una Canon Rebel XTi, yo como buen nikoniano nunca entendí porqué mi padre cambió una nikon por una Canon, pero con el paso de los años he visto que algunos de mis amigos hacen lo mismo... no los entiendo!!!. Con ansias me preguntaba ¿cuál sería su última foto en esa cámara? y ahí estaba!! un autoretrato, de pie, frente al espejo, sonriendo... me partió el alma (que de por sí estaba quebrada), una imagen que resume el entendimiento del proceso de la muerte, la tranquilidad y el amor, la pasión por la foto, el respeto por la memoria y por supuesto la inasible soledad de ese momento de la vida. Él de alguna forma sabía que la vería. Sólo puedo decir de esa imagen que la llevaré por siempre, donde quiera que yo vaya, al igual que la gratitud a mi padre por enseñarme a amar a la fotografía.

La exposición de Herejía que se puso en el MAZ, fue el registro fotográfico de la muerte de su padre. Una exposición muy fuerte, que confronta al espectador con la muerte y por supuesto con la vida misma, te lleva a reflexionar sobre la estética de una manera repentina y profunda, la estética de la muerte, de la que ya hablaba antes, y la estética del cuerpo. Susan Sontag menciona en su libro de "Ante el dolor de los demás" que la muerte y la fotografía han estado de la mano desde que la fotografía se inventó, pues las fotografías son un rastro de algo que se presentó ante la lente, y resalta, con justa razón, la superioridad del medio, en cuanto a la evocación de los queridos difuntos y del pasado desaparecido. Como ejemplo bastaría recordar las imágenes de los niños muertos, costumbre que se tenía a principios del siglo XX de retratar a los niños, y en general a las personas, que morían. Dejo este ejemplo rápidamente y retomo el tema y autor del día de hoy.
En el proceso del morir de su padre, terriblemente su madre también murió, y Meyer pudo tomar imágenes de sus últimos días que, quizás yo no tendría las agallas para tomar. Admiro mucho a Pedro Meyer, ahora más, la sensibilidad que muestra en esas imágenes, el amor y respeto son inconmensurables. Una vez más, me quitó el sombrero. La exposición vienen con un video de las secuencias fotográficas que el mismo Meyer narra, me quedé dentro por varios minutos después de que terminó, no hay palabras para tanto sentimiento, ni cabeza para tantos pensamientos e imágenes.

PD: no pude ponerles la foto de mi padre, lo siento. Les comparto las de Pedro Meyer.
















jueves, 11 de junio de 2009

Inicios de la lluvia y recuerdos de algunos besos

Hoy, con algo de lluvia entró la nostalgia, en ese recobeco de las horas llegó sin pedir permiso y con ella se hicieron presente las palabras, recordando y llamando a las imágenes olvidadas en la memoria, y que hoy salieran a luz. Tras este rebuscado inicio, empiezo mi recorrido por algunas de las imágenes más representativas del amor, imágenes que me llevaron algún día a un ideal de fotógrafo y de persona, un beso en la calle, una mirada de sorpresiva o simplemente un espectador.

Sin duda alguna la más intensa polémica en la que se ha encontrado la fotografía es la de testimonio de la realidad vs escenas parciales, discusión que incluso llega a las imágenes más representativas del amor, la escena que Robert Doisneau en 1950 captara con su lente de la pareja besándose en plena avenida, ha sido una imagen pre fabricada, una pareja de actores que fuera contratada para besarse en ese lugar, frente a ese café donde se encontraba él, esperando el momento. Por supuesto que ese tipo de información no quita las ganas de besar con esa intensidad, aunque sea "actuada", besos que se quedan en los labios, besos que una vez dados forman parte de esa memoria amorosa, que saldrá a flote con este tipo de íconos.



Parecida es la imagen de Jorgensen de dos desconocidos besándose en Times Square en 1945, en esa foto está atrapado otro beso de post-guerra, otras ansias de labios, que seguro después perdieran la prisa por besar y se abandonaran en el placer de conocerse. Desconozco si esta imagen fuera posada o no, el único dato que tengo es que ellos no son pareja, se cruzaron en ese momento. No podría decir si este tipo de beso "desconocido" es un beso deseable para mi (salvo me cruzara con Angelina Jolie), pues me parece que de los labios deseados salen los mejores besos, esos que no hace falta que toquen tus labios, para sentirlos. "Muero por un beso tuyo", alguna vez dije, y se quedó ese beso en mis labios, se lo llevó el olvido, tuve "que elegir entre el olvido y la memoria". "Que hermosos labios tienes" fue mejor, sin pedir permiso ni perdón. Aunque sin duda alguna el silencio es lo mejor que he podido decir después de perder la respiración tras el contacto con su boca. Aunque después haya tenido que ponerle palabras.


¿Cuántas fotos besando tendré? por ahora recuerdo una, sin pasar a describirla, sólo diré que no se parece a ninguna de estas dos, pero no por eso no es menos intensa. ¿Será que al ser un acto íntimo, ya no es campo de la foto, tan pública, si bien la foto busca eternizar el momento, menciona Bourdieu, no es un beso lo que una familia quisiera eternizar, lo íntimo.

sábado, 6 de junio de 2009

Reflexiones sobre maestría en fotografía

Ayer fui a la presentación de la maestría en Diseño fotográfico, con la idea de que se iba a presentar detalladamente la maestría, pero no fue así, sin embargo no fue mala experiencia. La conferencia inagural corrió por cuenta de Lourdes Almeida, que me gusta su estilo, quizás no el más afortunado para la respuestas de preguntas. Hoy platico dos cosas, sobre Lourdes y su estilo "pictoralista" para mi gusto y del nacimiento de la maestría.

Del nacimiento de la maestría, me concentro en la bella oportunidad que se tiene de tener algo así en el país, después de que por varios años, la maestría se hiciera en el campo, y no necesariamente reconocida en la academia. Es un paso más para que la foto aparezca como una disciplina, además de artística, académica. Felicidades por la iniciativa, y espero tenga éxito. Sin embargo veo cierta falta de contextualización histórica, una asignatura que aborde la historicidad de tal arte y plantee el panorama general de la foto en las distintas corrientes y tendencias, y no sólo se concentre en la producción sino también en la teoría de la fotografía, pero no en color o en composición, sino la foto como documento social, manifestación socio cultural, la foto como documento de investigación, en fin.

En esta ocasión, quiero destacar los retratos de mujers de Lourdes, que como su servidor, es admiradora de los retratos del siglo XIX. Con un estilo claramente clásico, sin pretender más allá que cachar la escencia del sujeto, tal cual lo hacía primero Nadar y despuás Carjat, con luz de sol y con esa búsqueda por encontrar y captar cómo el retratado era. Me gusta la idea de Lourdes del "glass room", un experimento por volver al orígen del manejo de la luz, no tan clavado como los impresionista, sino con la frescura del sol ¿será? Les dejo unas imágenes de Nadar y Carjat, les debo las de Almeida.