Ayer ví la película La tierra, esta producción de la BBS y Disney que muestra un documental sobre la travesía de tres animales, osos polares, elefantes y ballenas, no soy muy bueno para la crítica de cine, eso se lo dejo a Annemarie y a otros cinéfilos, pero sí que quiero remitir al hecho emocional que quieren poner con imágenes de animales en palabras de humanos, que por cierto tiene una locución terrible en la voz de Fernando vocalista de Maná, y también platicar sobre la fotografía documental, que en realidad fue lo que me gustó de la película, y es motivo de mi reflexión matutina.
Hoy amanecí con dos imágenes en la cabeza, la primera es la precisamente de esta película, en donde se muestra la derrota de papá oso polar al no poder conseguir alimento, en donde probablemente y según dice el narrador, morirá. Es una imagen en donde el animal se acuesta, agotado por tanto esfuerzo y queda en espera de la muerte. Una toma del rostro del oso, en donde en primer plano se encuentran los leones marinos que no pudo vencer.
La segunda imagen es donde se muestra un hermosa escena a partir de una tragedia en el golfo pérsico, el derrame de petroleo en el océano que nos brinda impresionantes fotografías con la estética del desastre, la belleza encontrada en escenas terribles de dolor o destrucción, que mueve fibras que nos llevan a pensar que aún en la muerte, la belleza es parte de nuestra escencia.
sábado, 30 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿Y qué decir de la belleza de las avecillas que aprenden a volar y se van de pico? ¿Y de la espera de los fotógrafos para captar no un bueno momento, sino EL momento?
ResponderEliminarAmé la película, sobra decirlo.