Sin duda alguna la cámara que más me ha cautivado es la Nikon F3, además de nunca haber fallado, me ha dado años de grandes fotografíasy satisfacciones, son de esas cosas que uno piensa que durarán toda la vida, y así parece, no veo cómo el tiempo pueda hacer que esta máquina de fotos deje de rodar. Recuerdo haber trabajado mucho para ahorrar y comprarla, en aquellos años de la universidad representaba mucho esfuerzo reunir la cantidad que se pedía por una de éstas, y como podrán imaginar, de eso hace muchos años, 18 o 20?
Esta reflexión vino por el reencuentro que tuve con mi F3, que ya tenía años encerrada, y que decidí sacar hace unos 6 meses para tomar un rollo con angular 16mm que hasta ahora me tome la molestia de revelar y por fin tengo en mi manos tales imágenes, pero esa será otra entrada, porque esta es dedicada a está cámara que no se cansa de acompañarme en mis imágenes, que ha pasado por tantas cosas como yo experiencias y porque ahora, lejor de estar caduca, brilla con elegancia en el despertar de mi inquietud por las diapositivas.
Les dejo una imagen por si no tienen el gusto de conocerla.
PD: felicidades a Nikon por tan bella creación, que por cierto cuenta con un montón de accesorios, ideales para entretenerte y sorprenderte por su ocurrencia de existir.
miércoles, 28 de julio de 2010
martes, 13 de julio de 2010
A mis 38
Sin duda después de mi cumple me vienen varios pensamientos, uno de esos tantos es el paso del tiempo, lo veo en mis hijos, en mi trabajo, en la gente que me rodea, lo veo en mi, el tiempo no pasa sin dejar huella. Ciertamente no es cuestión de sentirse viejo o no, sino de reflexionar después de todos estos años, qué nos queda en el haber, qué fue lo significativo y qué sigue. No es que me ponga a filosofar después de una trasnochada, sino que, ya en el final de los 30, en la recta final hacia la cuarta década este tipo de pensamientos vienen, se intalan y empiezan a ser parte de tu consciencia, y por supuesto se hace presente la típica pregunta; ¿y qué he hecho de bueno para el mundo? por supuesto la mayoría contestamos: existir!. Pero creo que no es suficiente, al menos para mi. Me viene la historia de aquel fotógrafo que a los treinta y tantos decidió dejar lo que hacía (Economía) por dedicarse a la fotografía, y de qué manera, honor a quien honor merece: Sebastiao Salgado. Dejo algunas fotos que me gustan de él. Y por lo pronto me quedo con la interrogante sobre mi quehacer por un mundo más justo.
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